Los nutricionistas proporcionan información personalizada a las personas. Ayudan a prevenir o apoyar el tratamiento de enfermedades como las cardiopatías, las enfermedades autoinmunes y la obesidad. Por ejemplo, un nutricionista puede enseñar a un cliente diabético a planificar sus comidas para mejorar y equilibrar su nivel de azúcar en sangre.
Los nutricionistas trabajan con grupos de personas que tienen grandes necesidades. Por ejemplo, pueden formar parte de un equipo sanitario que trabaja con clientes con riesgo de sufrir enfermedades cardiacas. Planificarán una dieta con grasas saludables y azúcares limitados para ayudar a los clientes a prevenir los infartos.
Algunos nutricionistas trabajan en entornos comunitarios para desarrollar programas relacionados con la alimentación, la salud y la nutrición. Pueden trabajar con grupos específicos de personas, como adolescentes o ancianos. Trabajan en clínicas de salud pública, organismos gubernamentales y sin ánimo de lucro, organizaciones para el mantenimiento de la salud (HMO) y otros entornos. Pueden ser responsables de la compra de alimentos y de llevar a cabo otras tareas relacionadas con la empresa, como la elaboración de presupuestos. También podrían supervisar al personal de cocina en una escuela u otro entorno comunitario.
Planifica un menú semanal de alimentos saludables para tu familia.
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